Es preciso que de vez en cuando nos paremos a pensar en los niveles de ansiedad y estrés por los que atraviesan los profesores de nuestros hijos.
Estadísticas recientes muestran el incremento de esta patología en la población adulta general y, dentro de esta, se considera que los docentes son una de las profesiones en riesgo de padecer ansiedad o angustia.
En contra de la creencia generalizada sobre la calidad de vida de maestros y profesores, estas personas, en cuyas manos está una parte de la educación de nuestros niños, viven muchas veces la frenética vida de las aulas con sus propias vidas alteradas. Diferentes estudios indican que dentro del mundo de la docencia existen niveles de estrés y angustia elevados que pueden degenerar en cuadros de ansiedad: trastorno de ansiedad generalizada, crisis de angustia, trastornos obsesivos, o. síndrome de burn-out.
¿Cuáles son las causas del problema?
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