¿Cómo se siente ahora mismo? ¿Alegre? ¿Expectante? ¿Irritado?
Sin duda nuestra experiencia de vida es, en gran medida, una experiencia emocional. Son nuestros afectos lo que dan sentido a la relación que establecemos con aquello que nos rodea, principalmente con otras personas, porque si hay algo respecto a los seres humanos que hoy en día nadie pondrá en duda es nuestra tendencia gregaria innata, la necesidad que tenemos de establecer relaciones estrechas y mantenernos unidos los unos con los otros.
Lo fantástico, es que a medida que nuevos descubrimientos aparecen en el horizonte, nos vamos dando cuenta que estas relaciones eran más estrechas de lo que se pensaba. Nuestros estados de ánimo y nuestra vida afectiva, algo que siempre se ha considerado parte del ámbito más privado e individual de cada uno, están ligados a mecanismos de comunicación no conscientes y no verbales, arraigados en lo más primitivo…
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