El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es uno de los problemas conductuales más destacados actualmente en los niños.
Gracias a los numerosos estudios, cada vez más, se está demostrando que existe un “sobrediagnóstico” de este trastorno. Muchos padres y profesores, preocupados por el comportamiento y rendimiento escolar de sus hijos y alumnos, y motivados por entender qué les pasa, “qué tienen”, excusan a sus niños distraídos poniéndoles la etiqueta de TDAH, sin darse cuenta de las importantes consecuencias que puede conllevar un mal diagnostico en un niño.
Las consecuencias de medicar y etiquetar a niños de forma innecesaria puede desencadenar en otros trastornos relacionados, como son la baja autoestima, depresión, ansiedad, pánico, fobias e incluso el abuso de drogas.
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