El aprendizaje es un fenómeno interno, irremediablemente autónomo.

Cada individuo conforma su mundo a su manera, desde sus explicaciones, desde sus coherencias operacionales conformadas en las experiencias vividas por él. Para que adquiera un nuevo conocimiento, necesita las experiencias anteriores múltiples que le permitan establecer las regularidades con el nuevo fenómeno o nueva experiencia. Es una idiotez intentar hacer comprender un fenómeno a otro desde las explicaciones de uno, desde las coherencias biológicas de mi cuerpo y no desde el cuerpo del otro.

Como es imposible conocer las coherencias operacionales biológicas ni conocer (menos entender) la historia de experiencias de este, solo queda nos queda un camino: aquél donde profesor expone a una experiencia significativa PARA EL NIÑO (no necesariamente significativa para los adultos con los que convive) en forma recurrente, para que él niño en forma autónoma determine sus propias coherencias biológicas y no a partir de las coherencias biológicas del otro.

Al ser el sistema nervioso…