Seguramente todos se han preguntado alguna vez en su vida por qué dijeron o por qué hicieron algo que no deseaban decir o hacer. En realidad, esto ocurre con bastante frecuencia y esta reflexión siempre es en retrospectiva, primero hacemos o decimos algo que no deseamos y luego pensamos “¿por qué lo hice?” Por lo general, las respuestas inmediatas que nos llegan suelen ser claras y sencillas: “lo hice porque deseaba obtener la aprobación de los demás” o “lo dije porque estaba muy molesto” etc. Sin embargo, hay que adentrarse en nuestros pensamientos y analizarlos para descubrir el verdadero por qué de nuestros actos.
Parece ser que somos dueños de nuestra vida, sin tomar en cuenta nuestras limitaciones reales como pueden ser: la edad, la salud, la economía, etc., pero fuera de esas limitaciones, prácticamente podemos hacer lo que nos plazca. Tenemos infinidad de opciones de cómo reaccionar ante cada…
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