Problemas de Aprendizaje
Se manifiestan de diversas maneras y afectan el rendimiento global del niño; se manifiestan en lentitud y desinterés para el aprendizaje, pudiendo en ocasiones aparecer un “retardo mental leve”, es todo el proceso de aprendizaje el que se ve afectado y no alguna materia en forma específica.
Presenta además una alteración en la atención y dificultades de concentración.
Evaluación
El Neurólogo: ayuda a determinar causas del trastorno y las áreas neurofisiológicas afectadas (si las hay).
El Psiquiatra: descarta cualquier patología psiquiátrica concomitante, o que sea el verdadero trastorno que justifique las dificultades.
El Psicólogo: evalúa la presencia de trastornos cognitivos, emocionales o de la personalidad que coexisten con el trastorno del aprendizaje o que explican las dificultades.
El Especialista en Dificultades de Aprendizaje: evalúa (aplica pruebas específicas) que determinar las funciones neuropsicológicas alteradas y los procesos de aprendizaje deficitarios, para su intervención.
La familia
Cumple el papel más importante, muchas veces es necesario trabajar con padres y madres para promover una actitud de aceptación y ayuda en las dificultades de su hijo (a).
Cada vez son más los padres / madres que se preocupan por el aprendizaje de sus hijos, pues están conscientes de que es indispensable contar con una adecuada formación, que les permita ser competitivos en el mundo actual.
El niño que presenta Problemas de Aprendizaje
* Tiene problemas en aprender el alfabeto, hacer rimar las palabras o conectar las letras con sonidos.
* Comete errores al leer en voz alta, y repetir o detenerse a menudo.
* Tiene dificultades para deletrear las palabras.
* Tiene una letra desordenada o toma el lápiz torpemente.
* Trata de expresar sus ideas por escrito con gran dificultad.
* Aprende el lenguaje en forma atrasada y tiene un vocabulario limitado.
* Tiene dificultades para recordar sonidos de las letras o escuchar pequeñas diferencias entre las palabras.
* Tiene dificultad para comprender bromas.
* Tiene dificultad para seguir instrucciones.
* Pronuncia mal las palabras o usa una palabra incorrecta que suena similar.
* Tiene problemas para organizar lo que desea decir o no puede pensar en la palabra que necesita para escribir o hablar.
* No sigue las reglas sociales de la conversación, como esperar turnos, acercarse demasiado a la persona que le escucha.
* Confunde los símbolos matemáticos y lee mal los números.
* No repite un cuento en orden (lo que ocurrió primero, segundo y tercero).
Ante la mínima sospecha, lo mejor es una evaluación temprana, para llevar a cabo una intervención terapéutica adecuada en forma y tiempo.