. Origen de la dislexia
Hasta el momento es difícil encontrar una causa univoca que se pueda aplicar como regla general a todos los casos. Las distintas investigaciones relacionadas con la dislexia ponen de manifiesto a diversidad de los fenómenos que se asocian a ella. En realidad, no se ha podido todavía determinar i se trata verdaderamente de causas o de alteraciones concomitantes, que serían síntomas del síndrome de la dislexia, y dependientes de una causa común más general.
Cuando se hace un diagnóstico de dislexia hay que descartar que su origen se deba a otros problemas como por ejemplo:
Defectos de visión y defectos de la audición.
Un C.I. por debajo de lo normal.
La existencia de una perturbación emocional primaria.
Que el problema sea debido a mera falta de instrucción
Que haya problemas de salud graves que mediaticen el aprendizaje.
Que pueda darse el diagnóstico de algún retraso grave del desarrollo.
Que no se den lesiones cerebrales diagnosticables y que puedan afectar al área del lenguaje.
Las hipótesis se agrupan principalmente en dos grandes áreas o tipos de problemas: de tipo neurológico y de tipo cognitivo.
El nivel neurológico se refiere a la manera en que el cerebro procesa la información y cómo se diferencian los disléxicos en este campo, el hemisferio izquierdo está especializado en el procesamiento lingüístico, así como ene le procesamiento analítico, lógico y secuencial o serial de la información. El hemisferio derecho está más relacionado con actividades de tipo espacial, como la percepción de la profundidad y de la forma. Siguiendo a Ajuriaguerra, como autor clásico, las lesiones derechas se relacionarían con trastornos gnoso-práxicos, viso-espaciales, apraxias constructivas, perturbaciones somatognósicas, que se corresponderían con lo observado en el primer tipo de dislexia, mientras que las lesiones izquierdas están más relacionadas con los trastornos de las funciones simbólicas (trastornos del lenguaje, alexia, agnosia para los colores…)
Las hipótesis de tipo cognitivo se ocupan de procesos que implican representaciones internas a nivel de pensamiento, la memoria, la percepción y el lenguaje y cada uno de sus subcomponentes. La psicología cognitiva se basa básicamente en el enfoque del procesamiento d la información: se percibe estimulación del medio, se codifica de diversas maneras usando sistemas cognitivos como la memoria, análisis de rasgos, recuperación, extracción de la información léxica…
. El Trastorno desde el punto de vista pedagógico.
Si entendemos el trastorno como la manifestación de una serie de irregularidades en el campo pedagógico, se observa que en ocasiones pueden presentarse todos de un modo global, aunque es más frecuente que aparezcan solo algunos de ellos. Estos trastornos son:
1.- Mala lateralización. El trastorno de lateralidad suelen llevar asociados trastornos perceptivos, viso espaciales y del lenguaje que vienen a constituir el eje de la problemática del disléxico. La lateralidad en sí influye en la motricidad, de tal modo que un niño con una lateralidad mal definida suele ser torpe a la hora de realizar trabajos manuales y sus trazos gráficos suelen ser incoordinados y en espejo.
2.- Alteraciones de la psicomotricidad. Es muy frecuente que los niños disléxicos -con o sin problemas de lateralidad- presenten alguna alteración en su psicomotricidad. Se trata de inmadurez psico- motriz, torpeza general de movimientos, así como “poca gracia” en su realización, alteraciones en el tono muscular… Dentro de este campo, el niño disléxico, con cierta frecuencia presenta también:
3.- Falta de ritmo; que se pone de manifiesto tanto en la realización de movimientos, como en el lenguaje con pausas mal colocadas y respiración sincrónica, que se harán patentes después en la lectura y en la escritura.
4.- Falta de equilibrio: Suelen presentar dificultades para mantener el equilibrio estático y dinámico. Les cuesta mantenerse sobre un pie, saltar, montar en bicicleta, marchar sobre una línea…
5.- Deficiente conocimiento del esquema corporal muy unido a la determinación de la lateralidad y a la psicomotricidad está el conocimiento del esquema corporal y, sobre todo, la distinción de derecha- izquierda referida al propio cuerpo. Así, el niño diestro tiene su mano derecha y el zurdo su mano izquierda como puntos de referencia fundamentales sobre los que basar toda la orientación espacial. En cambio, el niño mal lateralizado, al poseer una imagen corporal deficiente, carece de los puntos de referencia precisos para su correcta orientación.
6.- Desorientación espacio-temporal. Toda la percepción espacial está cimentada sobre la estructura fundamental del conocimiento del propio cuerpo. Se sitúan los objetos teniendo en cuenta la posición del sujeto, de manera que la posición del espacio es relativa. Del mismo modo, en la lectura y en la escritura, el niño tiene que fundarse en sus coordenadas arriba-abajo, derecha- izquierda, delante-detrás para plasmarlas en la hoja del papel y en la dirección y forma de cada signo representado.
7.- Trastornos de la percepción. Junto a estos desórdenes de la estructuración espacio-temporal, es frecuente encontrar otros vinculados a la percepción auditiva y visual. Sin tratarse propiamente de un déficit, existe a veces una alteración, más bien cualitativa que cuantitativa. El niño que no tiene pérdida auditiva pero no discrimina los sonidos con la suficiente precisión y confunde unas con otros. Incluso, en ocasiones, la apariencia de falta de audición es tan manifiesta que se ha hecho aconsejable una audiometría, la cual ha dado unos resultados normales. El niño, en estas circunstancias, suele confundir preferentemente sonidos e incluso palabras fonéticamente parecidas, como por ejemplo, pone “telota” por pelota…. Respecto a la percepción visual, hay niños que no presentan ningún trastorno ocular apreciable médicamente y que, sin embargo, tienen una dificultad de percepción visual, que se manifiesta en la confusión de formas, colores y tamaños.
. Síntomas concretos:
Lectura
Confunde letras, cambia sílabas, y sustituye unas palabras con otras.
Lee sin comprender.
Al leer presenta repeticiones, omisiones/adiciones de letras o palabras.
Al realizar actividades se lectroescritura se queja de sentir o percibir movimientos que en realidad no existen.
Visión
Parece que tiene problemas de visión/audición aunque los resultados de los exámenes médicos no lo confirman.
Sorprende por su agudeza visual y por su capacidad de observación, o por el contrario, carece de la percepción profunda y de la visión periférica.
Escritura y ortografía
Tiene problemas en la escritura y en el copiado: hace inversiones, omisiones, adiciones y/o sustituciones de letras y palabras.
A menudo la escritura varía pudiendo ser ilegible en algunos momentos.
Su ortografía es fonética e inconstante; cometiendo a menudo errores ortográficos.
La manera de tomar el lápiz es diferente, haciendo demasiada presión sobre el papel.
Coordinación psicomotriz
Las etapas del desarrollo como gatera y caminar se lograran antes o más tarde de los habitual.
A menudo presenta dificultades en las habilidades motoras finas/gruesas (atarse los cordones, patinar, montar en bicicleta…) Mantiene mal el equilibrio.
Dificultades de coordinación, es tosco en los juegos de pelota, juegos en equipo…
Se marea fácilmente con algunos movimientos.
Puede ser ambidiestro y con frecuencia confunde izquierda/derecha y arriba/abajo.
Matemáticas y comprensión del tiempo
Puede contar haciendo uso de los dedos u otros trucos para trabajar las matemáticas.
Se defiende de con la mecánica de las operaciones aritméticas pero no comprende los problemas.
Les cuesta manejarse con el dinero.
Tiene dificultades para aprender a manejar el reloj, controlar su tiempo, y entender las tareas secuenciales.
Cognición memoria y lenguaje
Para comprender usa principalmente imágenes, iconos y sentimientos, mas que sonidos y palabras. Tiene poco diálogo interno.
Excelente memoria a largo plazo para experiencias, lugares y caras.
Mala memoria para lo aprendido el día anterior, al igual que para secuencias, hechos e información que no ha experimentado. Tiene un oído muy fino. Escucha cosas que a menudo a los demás pasarían desapercibidas. Se distrae fácilmente con los sonidos.
Habla con frases entre cortadas, dejando oraciones incompletas, no pronuncia bien las palabras largas, se come artículos y tartamudea cuando está estresado.
Personalidad
Extremadamente desordenado u ordenado compulsivo.
Fuerte sentido de la justicia y perfeccionista.
Emocionalmente sensible.
Tiene cambios bruscos de humos.
Mayor capacidad y sensibilidad para percibir el entorno. Capacidad de intuición rápida.
Gran curiosidad y creatividad.
En lenguaje médico se llama ceguera congénita de las palabras; los maestros la suelen denominar: impedimento para leer.
Desinterés por el estudio.
Calificaciones escolares bajas.
Inadaptación personal.
Desajuste emocional.
Escasa motivación para aceptar los tratamientos.
. Características del trastorno en las diferentes edades.
Niños de Preescolar (Educación Infantil).
Retraso en aprender a hablar con claridad.
Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
Dislalias.
Omisiones de fonemas, principalmente en las sílabas compuestas e inversas. Ocurre a veces también la omisión del último fonema. Así el niño dice “bazo” por “brazo”.
Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo los colores.
Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
Alternación de días “buenos” y “malos” en el trabajo escolar, sin razón aparente.
Aptitud para la construcción y los objetos y juguetes “técnicos” (mayor habilidad manual que lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de inteligencia), juegos de bloques, lego…
Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar.
Dificultades con las palabras rimadas
Dificultades con las secuencias.
Niños hasta 9 años
Este periodo abarca los años iniciales de la enseñanza primaria, aproximadamente hasta 4ª de primaria. Es un periodo crucial de los niños con este problema. En estos primeros cursos se presta especial atención a la adquisición de las denominadas técnicas instrumentales (lectura, escritura, cálculo) que deben ser manejadas con cierto dominio y agilidad al final, como instrumentos de base de futuros aprendizajes. En estos niveles de edad es cuando con más frecuencia se detecta el problema y se solicita la ayuda del especialista. Siempre que o bien padres y profesores o alguien del entorno o el psicólogo escolar encauce adecuadamente el problema y no lo atribuyan a inmadurez, pereza, falta de voluntad, deficiencia mental o cualquier otra atribución alternativa para “explicar”el problema.
* En el lenguaje, las dislalias y omisiones del periodo anterior se suelen haber superado o están en fase de superación, más fácilmente si se han abordado a tiempo y no responden a una dislalia verdadera. Sin embargo las inversiones y confusiones de fonemas aumentan. Se observa expresión verbal pobre y dificultad de aprender palabras nuevas, en especial los polisílabos, las palabras nuevas o las fonéticamente complicadas.
En general el rendimiento en las áreas lingüísticas es bajo. Pese a ello, si se le explican las cosas verbalmente es más capaza de aprender que si se le exige que adquiera los conocimientos mediante la lectura o la escritura repetida.
* En la lectura, las confusiones se producen sobre todo en las letras que tienen cierta similitud morfológica o fonética. Existe también con frecuencia la confusión entre letras que gráficamente se diferencian por su simetría o pequeños detalles, en especial en letra de imprenta. Así: d/b; p/q; b/g; u/n; g/p; d/p. A esta confusión la llaman algunos autores, confusión estática. Se producen de otro lado omisiones de letras, adiciones, principalmente a final de palabras y en silabas compuestas.
* En las sílabas se producen sobre todo inversiones, reiteraciones y omisiones. Las inversiones pueden ser por cambio de orden de las letras dentro de una sílaba directa, pero es más frecuente la inversión de letras que forman parte de una sílaba compuesta, trabada o sifón. En otras ocasiones se cambia el orden de las sílabas dentro de la palabra, en especial cuando son sílabas compuestas. Esto es lo que recibe el nombre de inversiones dinámicas. Se producen también reiteraciones de sílabas. Otro de los errores frecuentes es la omisión de sílabas, si bien se produce en menor grado que las omisiones de letras y afecta sobre todo a palabras largas con sílabas compuestas, que se “apocopan”por parte del niño con dificultades de lectura.
* En las palabras se producen: omisiones, reiteraciones y sustituciones de una sílaba por otra que empieza por la misma sílaba o tiene un sonido parecido. A veces la palabra sólo tiene en común la primera letra. Lo que ocurre es que el disléxico no tiene la capacidad de “prever” lo que viene a continuación, capacidad que los buenos lectores si tienen y que tiene que ver con los movimientos sacádicos de los ojos al leer.
* En aspectos generales dentro de la lectura, además de los problemas concretos citados se observan unas características bastante típicas que deben guiar enseguida las sospechas hacia una posible dislexia como la falta de ritmo en la lectura, la lentitud en ocasiones exasperante. Muchas veces, como precaución, leen en voz baja antes de leer en voz alta para asegurarse la corrección, lo que no suelen conseguir y añade lentitud a la lectura. Falta de sincronía de la respiración con la lectura, que tiene que ver con que los signos de puntuación no se usan para las pautas que están previstos, con lo que se amontonan las frases o se cortan sin sentido. Hay una dificultad en seguir la lectura, que se manifiesta en saltos de línea al acabar cada línea, pérdidas de la continuidad de la lectura en cuanto levanta la vista del texto. Esto hace que en muchas ocasiones vuelva a comenzar a leer la misma línea.
* En el lenguaje, las dislalias y omisiones del periodo anterior se suelen haber superado o están en fase de superación, más fácilmente si se han abordado a tiempo y no responden a una dislalia verdadera, a veces de más difícil superación inicial o espontánea. Sin embargo las inversiones y confusiones de fonemas aumentan.
- Expresión verbal pobre y dificultad de aprender palabras nuevas, en especial los polisílabos, las palabras nuevas o las fonéticamente complicadas.
-
Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
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Persistente tendencia a escribir os números en espejo o en dirección o orientación inadecuada.
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Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
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Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, como por ejemplo los días de la semana….
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Falta de atención y de concentración.
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Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
* En la escritura. En ocasiones se producen:
- Inversiones de letras en espejo. En algunos casos, se llega a producir una escritura total en espejo.
La alteración de la dirección de los óvalos tiende a dar una escritura vacilante e irregular, a veces las letras están hechas de trazos sueltos y en ocasiones, pese a una letra de apariencia correcta se observa lentitud y algunos fallos debido a la inversión de los giros, que el niño ha sobre compensado con dobles giros, trazados peculiares….
Presenta en muchas ocasiones confusiones de letras que se parecen por la grafía o por el sonido.
Se suelen presentar similares a las que se dan en su lectura, de letras, sílabas o palabras.
Mezcla de letras mayúsculas con minúsculas.
Inversiones de letras, sílabas o palabras, pero lo más frecuente son las inversiones en las sílabas compuestas o inversas.
Se producen agrupaciones y separaciones incorrectas, partiendo palabras o uniendo varias palabras en una sola.
Mala elaboración e las frases y escritura confusa por las alteraciones de tamaño descritas y la unión en ocasiones de varias de los problemas a los que se han aludido en los párrafos anteriores.
Torpeza y coordinación manual baja. Postura inadecuada, tanto del niño como de la hoja de papel.
Tonicidad muscular inadecuada, que puede ser por falta de presión o por exceso de la misma.
Las alteraciones gráficas afectan también obviamente a los números, sin que se pueda hablar de una discalculia. Se da también la escritura en espejo de los números aislados, en especial algunos de ellos con más frecuencia (5, 7,3,…).
-Se dan inversiones de cifras en números de dos cifras, 24/42. Con números de tres o más cifras se hace más frecuente. Encuentran gran dificultad en diferenciar 104 de 140.
- Tienden a confundir números de sonido semejante (60/70), en mayor medida que la población normal.
Niños entre 9 y 12 años
Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
Nivel de lectura vacilante-mecánica, con lo que no encuentran gusto alguno en la lectura y no se motivan en los aprendizajes escolares ni en la lectura como distracción o complemento.
Se detecta que la lectura silenciosa, para sí, le resulta más eficaz que la lectura en voz alta.
Permanece la dificultad en las seriaciones.
Les cuesta aprender la ordenación alfabética de las letras.
Gran dificultad en le uso del diccionario.
Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las mismas.
Desorganización en casa y en la escuela.
Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
Dificultad para seguir instrucciones orales.
Aumento de la falta de autoconfianza y aumento de la frustración.
Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención, inmadurez.
Niños de 12 años en adelante
Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensibles.
Inconsistentes gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general.
Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
Baja autoestima.
Dificultad en la percepción del lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones.
Baja comprensión lectora.
Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces, depresión.
Aversión a la lectura y la escritura.
. Características de la personalidad.
Con respecto a su dinámica personal es de destacar que el esfuerzo intelectual que tiene que realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar:
Un alto grado de fatigabilidad, lo cual produce una atención inestable y poco continuada. Por esta causa, los aprendizajes de lectura y escritura les resultan áridos, sin interés, no encontrando en ellos ninguna motivación que atraiga su atención.
Desinterés por el estudio, en especial cuando se da un medio familiar y/o escolar poco estimulantes por la falta de atención. Debido al esfuerzo intelectual que tiene que realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad, lo cual produce una atención inestable y poco continuada. Este problema se agudiza con el tiempo si el aprendizaje de la lecto-escritura se retrasa, pues el trabajo escolar exige cada vez más de estas habilidades y el niño se distancia cada vez más de lo que ocurre en el aula. En ocasiones compensa un tanto su dificultad, si se le consigue motivar, mediante la atención auditiva a lo que se dice en el aula, en niños con alta capacidad intelectual, para que aprenda por esta vía. Sus calificaciones escolares son bajas y con frecuencia son marginados del grupo y llegan a ser considerado (y a considerarse a sí mismo) como niños con retraso intelectual.
Inadaptación personal. Es frecuente encontrar en los niños una serie de rasgos que denoten cierto desajuste emocional, que en estudios realizados y en mi práctica aparecen tres rasgos característicos: sentimiento de inseguridad compensado por una cierta vanidad y falsa seguridad en sí mismos y en ocasiones terquedad para entrara en el trabajo y la motivación que requieren los tratamientos. En general la franqueza, la explicación de su problema, la incidencia en que su capacidad intelectual es normal o superior, ayudan a crear un clima que favorece la intervención del terapeuta. La dificultad estriba en generalizar esa actitud positiva al resto del entorno de los niños: familia y escuela.
Desajuste emocional, con rasgos característicos de sentimientos de inseguridad, compensados por una cierta vanidad y en ocasiones terquedad para aceptar el trabajo.
Escasa motivación para aceptar los tratamientos.
. Manifestaciones disléxicos frecuentes:
Omisión de fonemas/letras. Los fonemas que se suelen omitir con mayor frecuencia son: l, n, r, s, cuando están situados antes de una consonante.
Inversión de sílabas. Posiblemente este tipo de error, sea el error de la lectoescritura que clásicamente llame más la atención La inversión de sílabas puede alterar el significado de una palabra; y en otra la palabra llega a perder completamente su significado.
Inversión de letras por formas semejantes. Confunden la b por la d y la p por la q y la m por la n.
Separación de palabras y añadidos.
Disortografías. Los errores de ortografía más frecuentes son las sustituciones de la ll por la y, confusiones entre la b y la v, omisiones de la h, confusiones de sonido….
Sustitución de fonemas y letras. La confusión de fonemas consonánticos: l, n, r, s, es muy frecuente en el ámbito de la lecto-escritura, produciéndose errores de sustitución.
Cuando se consigue la lectura correcta es mecánica, no se produce apenas comprensión de lo leído.
. Diagnóstico
En el diagnóstico fundamentalmente se tratará se establecer, además del historial personal, médico y pedagógico del alumno, su C.I, las características de su perfil.
Entre los test que se deben aplicar destacamos los siguientes:
El WISC (Escuela de inteligencia de Wechsler para niños) es el test de inteligencia más utilizado, por la amplia información que proporcionan sus subtest y la posibilidad de establecer un perfil, que si bien se discute su utilidad, al menos permite conocer detalles del funcionamiento y las posibles lagunas de dicho funcionamiento cognitivo, en el WISC los niños disléxicos puntúan más alto en la escala manipulativa que en la verbal. Las pruebas de dígitos, información, aritmética y la de claves están asociadas a los problemas de dislexia, los niños con este problema puntúan bajo en ellas.
El test de T.A.L.E. (test de análisis de lectura y escritura), permite un análisis detallado por niveles de edad y escolarización de los problemas que aparecen en todas las áreas y modos de la lecto-escritura: letras, sílabas, lecturas, comprensión….
Si se considera necesario por la mayor incidencia de problemas de lenguaje, se puede utilizar el ITPA (el test Illinois de aptitudes psicolingüísticas)
El aspecto psicomotriz se puede ver mediante las pruebas de Mira- Stambak.
El área de integración mediante el test gestálico-visomotor de Lauretta Bender.
. ¿Cómo detectar una posible dislexia en el aula?
En un aula se puede detectar una dislexia:
1.- Haciendo leer a un niño en voz alta y pidiéndole que nos cuente lo que ha leído. En la lectura se pueden encontrar errores desde el desconocimiento de más o menos letras, hasta las adiciones, omisiones, repeticiones, inversiones, cambios de línea, lectura con falta de ritmo, ausencia de puntuación, acentuación y entonación, dificultades en sílabas compuestas, inversas, palabras largas o nuevas, o con acumulación de dificultades de pronunciación, confusiones en letras asimétricas….
2.- En la escritura, cuando se le pide que escriba de una manera espontánea, generalmente se producen estos fenómenos:
- Dificultad inicial para imaginar la historia o si la ha imaginado adecuadamente, se siente incapaz de expresarla por escrito o reacio a hacerlo. Consume mucho en tiempo antes de iniciar el trabajo. A veces es preciso sugerirle los temas y el cómo expresarlos.
El niño necesita un tiempo excesivo para escribir su relato. Puede tardar 15 o 20 minutos para escribir dos líneas, aunque esto es un escaso extremo.
La escritura en sí puede ser indicativa, por el tipo de letra, la mayor o menor disgrafía, la forma a veces incorrecta de coger el lápiz, la forma de realizar los óvalos, la forma a veces incorrecta de coger el lápiz. Se puede observar agarrotamiento a la hora de escribir. El niño puede manifestar cansancio.
Discrepancia entre lo escrito y el lenguaje oral del niño (por eso a veces convendría evaluar a los niños disléxicos oralmente y no por escrito). A veces utilizan una sintaxis extraña, omite palabras, en especial los nexos; dándose en ocasiones cuenta a la hora de leer. Igualmente pasa con los signos de puntuación.
. Recuperación-tratamiento.
En ChoiceSmart Edu cada niño es un caso en particular.
Los tratamientos son completamente individuales y diseñados por cada niño y sus necesidades. El equipo de profesionales permite desarrollar un protocolo que aseguré la superación del trastorno. ( psicólogo clinico,neuropsicologo, psicopedagogo, terapistas educativas y neurologo).
Una vez hecho el diagnóstico conviene analizar las posibilidades y capacidades para superar el trastorno. Lo ideal es empezar hacia los 4 ó 5 años, antes del inicio de la lecto-escritura para evitar la aparición de problemas secundarios y de personalidad como la inadaptación escolar. Se deben realizar aquellos ejercicios y actividades que ayuden a la maduración de las áreas implicadas. De forma resumida, para una recuperación positiva del niño disléxico se necesitan realizar:
Trabajar todos los indicadores cognitivos afectados
Trabajar la conciencia fonética
Trabajar con el estado emocional del niño
Trabajar la lectoescritura en un orden muy riguroso para evitar las complicaciones.
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